Responder a los requisitos de la EUDR: ¿Quién es responsable de qué?
Artículo escrito por Vasileia Fanarioti y Carolina Pirola
El Reglamento de la UE contra la deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés) se convertirá en un instrumento legislativo fundamental para el sector del café, que afectará a todos los eslabones de la cadena de suministro, desde los productores hasta los tostadores. A partir de enero de 2025, se prohibirá la entrada en los países miembros de la Unión Europea de café y otros productos relacionados con la deforestación, a menos que se demuestre que no proceden de zonas deforestadas.
Aunque los importadores son los principales responsables de facilitar la documentación a la UE, otras partes interesadas, como los exportadores, cooperativas y productores, deben contribuir también a la recopilación de datos. Es bien sabido que muchos de ellos tienen dificultades para adaptarse a las exigencias tecnológicas y administrativas del cumplimiento de la EUDR porque, sencillamente, carecen de las herramientas necesarias para recopilar y almacenar los datos requeridos. Pero hay otro obstáculo, no menos importante y que podría haberse evitado, al que se está prestando menos atención: la incertidumbre en torno a quién es responsable de las distintas áreas de cumplimiento. ¿Deben los organismos públicos ayudar a los productores a recopilar datos? ¿Deben tomar la iniciativa los compradores? ¿Quién es responsable de verificar la información facilitada a la UE?
La complejidad de compartir datos
La industria del café coincide en que uno de los problemas más acuciantes es la carga desproporcionada que recae sobre los productores. Kate Monteiro, directora de Sostenibilidad de la empresa importadora de café verde Falcon Coffees, subraya que, si bien la responsabilidad legal del cumplimiento recae en los importadores, el trabajo real de recopilación de datos recae en gran medida en los productores. “La cadena de suministro ha pedido en gran medida a los productores y exportadores que soporten esta carga, sin que se vislumbre en el horizonte ninguna compensación financiera adicional por esa inversión”, señala, subrayando un desequilibrio crítico en el marco de cumplimiento.
La falta de orientación definitiva de la UE sobre la aplicación de la legislación sigue siendo un reto importante. Aunque el Reglamento ordena que los importadores lleven a cabo el proceso de diligencia debida, esto requiere que los proveedores recopilen grandes cantidades de información cuantitativa y cualitativa. Sin embargo, la fragmentación de los esfuerzos y la falta de claridad sobre quién debe ser económicamente responsable de recopilarla dificultan el progreso y la eficacia.
Según un informe de la CGIAR que analiza el sector cafetero hondureño, antes de poder demostrar el cumplimiento de la normativa es preciso abordar múltiples cuestiones técnicas. Por un lado, los actores intermediarios desempeñan un papel fundamental; sin embargo, la integración de sus bases de datos con los sistemas digitales de los demás presenta retos sin resolver. Juan Pablo Solís, asesor senior de Clima y Medio Ambiente de la organización de certificación de productos Fairtrade International, se hace eco de este sentimiento: “Lo único que todas las partes interesadas comparten como limitación común es cómo pueden almacenarse los datos de forma transparente y transferirse adecuadamente de un actor a otro”.
Por otra parte, aunque los proyectos piloto han recibido ayudas para el trabajo de campo y la formación, persisten incertidumbres sobre las funciones de las partes interesadas y los costes de transición de las fases piloto a la aplicación a gran escala. Como se señala en un reciente informe de la FAO, a pesar de los avances en la integración de herramientas digitales, muchos pequeños agricultores se enfrentan a dificultades económicas, lo que complica el proceso de cumplimiento a largo plazo. Si no se diseñan planes que garanticen el apoyo a los actores de la primera milla y a otras partes interesadas en la fase posterior al pilotaje, estos esfuerzos iniciales acabarán siendo en vano.
Duplicación de esfuerzos e incertidumbre sobre los datos aceptados
Otra cuestión importante que complica el panorama del cumplimiento es la ambigüedad sobre quién es responsable de verificar los datos que luego se cargarán en la plataforma de la EUDR. Esta incertidumbre ha dado lugar a una duplicación de esfuerzos, ya que varias partes interesadas recopilan conjuntos de datos que se solapan sin una coordinación clara. Según Monteiro, los exportadores, importadores y grandes tostadores comerciales acaban invirtiendo con frecuencia de forma independiente en tecnologías para analizar la misma cadena de suministro. Por ejemplo, el informe de la FAO señala que ANACAFE, AGEXPORT, FEDECOCAGUA y FEDECOVERA están intentando alinear los mecanismos de trazabilidad con los requisitos de la EUDR en un esfuerzo por agilizar el proceso de intercambio de datos entre las partes interesadas. Sin embargo, estos esfuerzos de colaboración están muy fragmentados y desiguales en todos los ámbitos.
La cuestión se complica aún más por la incertidumbre sobre la aceptación de los distintos sistemas por parte de la UE. “Estamos ya casi en junio y la UE no ha dado a conocer el «mapa de registro», el satélite o la tecnología preferidos. Las organizaciones están invirtiendo mucho dinero en opciones que consideran adecuadas, pero se trata de una conjetura. El riesgo de invertir en tecnologías que podrían no ajustarse a las futuras normas de la UE crea incertidumbre y posibles pérdidas financieras para las empresas", señala Monteiro.
Además, la falta de claridad sobre la cantidad de datos necesarios más allá de la geolocalización para satisfacer los requisitos de diligencia debida agrava los problemas de cumplimiento. Solís subraya que, aunque se ha prestado mucha atención a las directrices para verificar la ausencia de deforestación, sigue habiendo ambigüedad en cuanto a la amplitud y profundidad de los datos necesarios para demostrar el cumplimiento de diversos requisitos legales a nivel nacional. “Las partes interesadas se preguntan cuántos datos (más allá de los de geolocalización) se necesitan para aportar pruebas suficientes del factor de legalidad. Hay problemas con las especificidades técnicas con el proceso de diligencia debida que requerirán un ajuste significativo en las operaciones de todos los actores de la cadena de valor”.
Priorizar el apoyo sistemático
Las implicaciones del cumplimiento de la EUDR van más allá de los retos inmediatos. Existe un riesgo real de que los pequeños agricultores vean limitado su acceso al mercado, lo que podría tener importantes repercusiones económicas. Muchos productores, especialmente los que venden a intermediarios, desconocen los detalles del Reglamento, lo que complica aún más el cumplimiento. Monteiro señala: “Hay algunos productores que sencillamente no estarán cartografiados a tiempo, independientemente de la deforestación, lo que los excluirá del mercado”. Solís coincide: “Para las empresas que puedan aprovechar y adoptar las tecnologías de teledetección y satélite, el cumplimiento de la EUDR no debería suponer un gran contratiempo. El problema está en las empresas que no están equipadas para integrar las tecnologías de teledetección en sus operaciones cotidianas”.
En este sentido, los esfuerzos de colaboración entre las partes interesadas resultan cruciales para seguir teniendo acceso a los mercados internacionales. Por ejemplo, Fairtrade International ya está trabajando en este sentido, liderando diversas iniciativas de apoyo a los productores. “Fairtrade interactúa con miembros del Grupo de Trabajo Público-Privado de la OIC y colabora con iniciativas como DIASCA y SAFE de la GIZ. Estas colaboraciones nos ayudan a comprender los retos de la industria y a contrastar las hipótesis sobre el cumplimiento de los objetivos de la EUDR", explica Solís. La colaboración es crucial, pero actualmente no es generalizada. La creación de redes para compartir información y redoblar los esfuerzos de cumplimiento podría ser la única manera de avanzar para muchas partes interesadas en el café.
Garantizar beneficios continuos
Aunque la conformidad con la EUDR es actualmente el asunto más urgente para la industria, el cumplimiento de los requisitos establecidos en el Reglamento puede tener un impacto positivo a largo plazo en la industria y en la sociedad en general. Monteiro imagina un futuro en el que la mejora de la trazabilidad permita mejorar las ayudas y las inversiones medioambientales. “Comprender cómo se solapa el origen del café con los puntos críticos de biodiversidad, su proximidad a las vías fluviales, su ubicación en relación con algunos de los peores impactos del cambio climático... puede que pronto tengamos acceso a una nueva dimensión de análisis que antes no estaba disponible, a escala. Es emocionante pensar en ello", afirma. Para Solís, la EUDR podría ser un instrumento para aumentar la resistencia climática y fundamentar los procesos de toma de decisiones en las regiones productoras. “Veo una gran oportunidad de utilizar los datos para hacer frente a nuestra crisis climática, desde la identificación de áreas potenciales para ampliar los sistemas agroforestales de café hasta la inversión para conectar áreas protegidas utilizando las fincas de café como corredores biológicos», añade.
Sin embargo, para que esto ocurra, las partes interesadas del sector del café deben ser capaces de navegar eficazmente por las complejidades del cumplimiento de la EUDR, lo que requiere instrucciones más concretas de la UE sobre las fuentes de datos aceptables y los métodos de cumplimiento, reduciendo la incertidumbre y facilitando transiciones más fluidas. Además, la comunicación constante y la creación de grupos de trabajo para el apoyo sistemático a los pequeños agricultores y otras partes interesadas son cruciales, dados los elevados costes y las exigencias técnicas de la conformidad. Adoptando la tecnología y mejorando las prácticas de gestión de datos, la industria puede satisfacer mejor las exigencias del Reglamento, al tiempo que fomenta una mayor sostenibilidad medioambiental y una mejor trazabilidad en el sector cafetero.